Existen varios principios que se nos olvidan para gestionar tu negocio que pueden ayudarte a crear una buena reputación y a mantener la credibilidad de tu proyecto intacta. Os aportamos aquí siete de ellos que pueden ser maleables pero que en conjunto, te permitirán conducir tu empresa con el mayor estándar de profesionalidad. Parecen obviedades, pero en el mundo en el que vivimos hoy en día, muchas veces se nos olvidan precisamente por eso, por darlas por hecho.
1. Sé honesto/a
Desafortunadamente
el fraude y los escándalos están a la orden del día en el mundo de los
negocios. Tu credibilidad se va a basar siempre en tu habilidad para ser
honesto independientemente de la situación creada. Aunque estés tentado a
mentir de una manera más o menos intencionada, a largo plazo el coste que esto
te va a producir siempre superará cualquier beneficio a corto. Incluso la
picaresca más “inocente” puede arruinar tu reputación.
2. Mantén tu palabra
Tu reputación
profesional se daña si no cumples tus promesas. Cada vez que te comprometes a
algo, tienes la oportunidad de que tu ratio de credibilidad aumente o
descienda. Tu palabra es casi todo lo que tienes. Es importante y ser sencillo
y directo, dejando clara las expectativas de tu público cuando les ofrezcas tus
productos o servicios. A nadie le gustan las sorpresas. Si no vas a poder
cumplir con los plazos o mantener un presupuesto, dilo cuanto antes. Te
perdonarán si lo sabían de antemano.
3. Admite tus errores
Fallar es un
aspecto inevitable de los negocios. Aunque los errores se sucedan, los gestores
exitosos de sus proyectos entienden que es muy importante enfocarse en las
soluciones antes de obsesionarse con los problemas. Mantener tu reputación
profesional. No minimices ni ocultes tus fallos. Hazte responsable y encuentra
una solución. El manido dicho de aprende de tus errores, funciona.
4. Sé puntual
Cualquier
cliente elegirá a un empresario que entrega sus proyectos en plazo y cumple con
sus presupuestos perfectamente. Es por ello imprescindible gestionar bien los
tiempos para no faltar nunca a una reunión, para no incumplir un hito o un
compromiso. Si es posible, llega a los sitios siempre unos minutos antes.
5. No utilices un lenguaje complicado,
tosco o burdo
Elige bien tus
palabras. Lo que dices o cómo lo dices puede impactar de manera profunda en
cómo te perciben los demás. Un lenguaje inmaduro en público manda a tu
alrededor un mensaje de poca profesionalidad, inmadurez, impaciencia y falta de
control que no ayuda nada.
RECUERDA No des
a tus clientes, a tus colaboradores una excusa para no trabajar contigo. Si
estás enfadado o cansado, sin ánimos o con un mal día (que es perdonable) mejor
no acudas a ninguna cita.
6.
Maneja los conflictos con profesionalidad y simpatía
Van a
proliferar los momentos en los que no estés de acuerdo con tus clientes, con
tus colegas o con tus compañeros. Discutir distintos temas acerca de tu negocio
va a ser una parte natural a la hora de gestionar cualquier negocio. Cómo
gestionas esas situaciones revelará tu carácter. Si un cliente cuestiona tu
autoridad, no permitas que la situación te supere. En su lugar, trabaja con él
hasta alcanzar un consenso.
7. No
critiques a Nadie relacionado con tu negocio
El mundo de los
negocios es cambiante. Nunca hables mal de un cliente antiguo o de una relación
empresarial pasada. Tu adversario hoy puede ser tu aliado mañana, y viceversa.
Las relaciones cambian y las personas pueden sorprenderte con un cambio de posicionamiento.
8 Crea un ambiente participativo y de compromiso
Los colaboradores,
trabajadores, clientes se tienen que sentir valorados por la empresa, deben
sentir que se valoran sus propuestas e ideas.
Si se os ocurren algunas
otras ideas podéis indicármelo y las comentamos, esto es solo un breve resumen
de la ETICA Y MORALIDAD que debe destacar en un entorno empresarial, e incluso
personal.
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