martes, 11 de noviembre de 2014

TU MARCA: HACERSE VALORAR


Existen varios principios que se nos olvidan para gestionar tu negocio que pueden ayudarte a crear una buena reputación y a mantener la credibilidad de tu proyecto intacta. Os aportamos aquí siete de ellos que pueden ser maleables pero que en conjunto, te permitirán conducir tu empresa con el mayor estándar de profesionalidad. Parecen obviedades, pero en el mundo en el que vivimos hoy en día, muchas veces se nos olvidan precisamente por eso, por darlas por hecho.

 1. Sé honesto/a

Desafortunadamente el fraude y los escándalos están a la orden del día en el mundo de los negocios. Tu credibilidad se va a basar siempre en tu habilidad para ser honesto independientemente de la situación creada. Aunque estés tentado a mentir de una manera más o menos intencionada, a largo plazo el coste que esto te va a producir siempre superará cualquier beneficio a corto. Incluso la picaresca más “inocente” puede arruinar tu reputación.

 2. Mantén tu palabra

Tu reputación profesional se daña si no cumples tus promesas. Cada vez que te comprometes a algo, tienes la oportunidad de que tu ratio de credibilidad aumente o descienda. Tu palabra es casi todo lo que tienes. Es importante y ser sencillo y directo, dejando clara las expectativas de tu público cuando les ofrezcas tus productos o servicios. A nadie le gustan las sorpresas. Si no vas a poder cumplir con los plazos o mantener un presupuesto, dilo cuanto antes. Te perdonarán si lo sabían de antemano.

 3. Admite tus errores

Fallar es un aspecto inevitable de los negocios. Aunque los errores se sucedan, los gestores exitosos de sus proyectos entienden que es muy importante enfocarse en las soluciones antes de obsesionarse con los problemas. Mantener tu reputación profesional. No minimices ni ocultes tus fallos. Hazte responsable y encuentra una solución. El manido dicho de aprende de tus errores, funciona.

 4. Sé puntual

Cualquier cliente elegirá a un empresario que entrega sus proyectos en plazo y cumple con sus presupuestos perfectamente. Es por ello imprescindible gestionar bien los tiempos para no faltar nunca a una reunión, para no incumplir un hito o un compromiso. Si es posible, llega a los sitios siempre unos minutos antes.

 5. No utilices un lenguaje complicado, tosco o burdo

Elige bien tus palabras. Lo que dices o cómo lo dices puede impactar de manera profunda en cómo te perciben los demás. Un lenguaje inmaduro en público manda a tu alrededor un mensaje de poca profesionalidad, inmadurez, impaciencia y falta de control que no ayuda nada.

RECUERDA No des a tus clientes, a tus colaboradores una excusa para no trabajar contigo. Si estás enfadado o cansado, sin ánimos o con un mal día (que es perdonable) mejor no acudas a ninguna cita.

 6. Maneja los conflictos con profesionalidad y simpatía

Van a proliferar los momentos en los que no estés de acuerdo con tus clientes, con tus colegas o con tus compañeros. Discutir distintos temas acerca de tu negocio va a ser una parte natural a la hora de gestionar cualquier negocio. Cómo gestionas esas situaciones revelará tu carácter. Si un cliente cuestiona tu autoridad, no permitas que la situación te supere. En su lugar, trabaja con él hasta alcanzar un consenso.

 7. No critiques a Nadie relacionado con tu negocio

El mundo de los negocios es cambiante. Nunca hables mal de un cliente antiguo o de una relación empresarial pasada. Tu adversario hoy puede ser tu aliado mañana, y viceversa. Las relaciones cambian y las personas pueden sorprenderte con un cambio de posicionamiento.

8     Crea un ambiente participativo y de compromiso

Los colaboradores, trabajadores, clientes se tienen que sentir valorados por la empresa, deben sentir que se valoran sus propuestas e ideas.

Si se os ocurren algunas otras ideas podéis indicármelo y las comentamos, esto es solo un breve resumen de la ETICA Y MORALIDAD que debe destacar en un entorno empresarial, e incluso personal.



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